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Eleva tu experiencia culinaria con una combinación que deleita el paladar: jugosas Hamburguesas de Salmón con Queso Raclette. Esta receta, sencilla pero sofisticada, es perfecta para una comida memorable en casa. Descubre cómo los productos de alta calidad distribuidos por Mexideli se convierten en los protagonistas de un platillo lleno de sabor y textura. Sigue estos pasos y sorprende a tus invitados o date un gusto gourmet que recordarás.
Lista de Ingredientes
- 2 unidades de Hamburguesas de Salmón (Marca de Hamburguesas de Salmón Distribuidas por Mexideli)
- 200 gramos de Queso Raclette (Marca de Queso Raclette Distribuida por Mexideli)
- 2 Panes para hamburguesa gourmet
- Hojas de lechuga fresca al gusto
- Rodajas de jitomate fresco al gusto
- Rodajas finas de cebolla morada al gusto
Instrucciones de preparación
- Si las Hamburguesas de Salmón están congeladas, descongélalas siguiendo las instrucciones del paquete.
- Cocina las Hamburguesas de Salmón en una parrilla, sartén o plancha caliente hasta que estén bien cocidas y doradas por ambos lados. Reserva.
- Mientras las hamburguesas se cocinan, rebana el Queso Raclette y derrítelo suavemente en un sartén pequeño o raclettera hasta que esté burbujeante y listo para servir.
- Prepara la base de tu hamburguesa colocando hojas de lechuga y rodajas de jitomate sobre la mitad inferior de un pan.
- Coloca una Hamburguesa de Salmón cocida sobre los vegetales.
- Cubre generosamente la primera hamburguesa con una porción del Queso Raclette derretido.
- Coloca la segunda Hamburguesa de Salmón encima del queso.
- Agrega rodajas de cebolla morada al gusto.
- Cubre con otra generosa porción de Queso Raclette derretido.
- Termina cerrando la hamburguesa con la mitad superior del pan.
- Sirve inmediatamente y disfruta.
Tips de combinación con otros platos o maridajes.
Estas Hamburguesas de Salmón con Queso Raclette marida excelentemente con una ensalada fresca con aderezo cítrico o unas papas gajo al horno. Para beber, considera un vino blanco seco como un Sauvignon Blanc o un Pinot Grigio, cuya acidez complementa la riqueza del queso y el salmón. Una cerveza lager ligera también sería una buena opción.